- Vengo de allí, tuve que teletransportarme en el último momento para que no me alcanzara la explosión.
- Nunca terminas de acostumbrarte a ver un planeta explotar tan de cerca.
- Los humanos son criaturas curiosas.
- Ellos se lo buscaron.
- En realidad no. No ha sido culpa de la humanidad en general, como esperábamos, por eso ha sucedido antes. La culpa ha sido de dos individuos en concreto.
- ¿Dos individuos...?
- Los humanos son seres que cuando se aman, intentan crear vida. Pero cuando se odian, intentan eliminarla. Alguien dio poder a dos humanos que se odiaban entre ellos, o ellos mismos lo consiguieron a través del odio.
- ¿De qué poder me hablas?
- De un poder que hace saltar planetas por los aires. Parecían dos relámpagos que se buscaban a través del cielo de toda la esfera, que se anhelaban, que se ansiaban. Se encontraban, se golpeaban y todo alrededor quedaba destruido. Una batalla sin precedentes, durante días. Muchos murieron por los desastres naturales que ocasionaron antes de que el planeta no lo soportara más.
- Debemos estar prevenidos, si alguien dio ese poder una vez, puede volver a repetirlo.
- No sería necesario. Ellos dos han sobrevivido al apocalipsis.
- ¡¿Qué?!
- La explosión les habrá dejado seriamente heridos, pero siguen vivos y parece que son capaces de vagar en el espacio. La onda expansiva les ha separado, cada uno en una punta distinta del universo. Deben estar buscándose de nuevo.
- Hay que impedir que se encuentren, es demasiado peligroso.
- Como decía, los humanos son seres curiosos. Todo lo que está vivo debería unirse para eliminar a los dos que quedan.