viernes, 4 de noviembre de 2011

- Este lugar es estupendo. Hace tiempo que no estoy en un sitio tan silencioso, tan tranquilo y respirando un aire tan limpio -dijo, mirando hacia todos lados ansioso, como un niño pequeño en su primer día de campo.
- Ya sabes que no todo es así, ¿ves esa nube amarilla del horizonte? Ahí es donde tenemos que llegar.
- ¡Una ciudad!
- Sí. Así que puedes ir despidiéndote del aire puro y del silencio.
- ¡No tenemos prisa! -refunfuñó- Quisiera poder disfrutar de esto un poco más.
- Yo sí tengo prisa, detesto esto. Mientras antes acabemos, mejor.

Dicho esto, empezaron a caminar campo a través rumbo a la nube amarilla.


- Espero que no te hayas olvidado las bombas en la nave.

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